Se ha anunciado la noticia que todo el mundo conocía, la salida de Fernando Alonso de la escudería de Maranello y la llegada a sus filas del alemán Sebastian Vettel. El español abandona Ferrari tras cinco años, en los que en 2010 y 2012 estuvo a punto de conseguir el título Mundial, que al final fueron ambos para el nuevo piloto de Ferrari: Sebastian Vettel.
Fernando se va de la Scuderia sin conseguir lo que tanto buscaba: ganar un campeonato mundial con Ferrari. Han sido unos años de alegrías y sufrimiento, mucho sufrimiento. Llegó en 2010 y ganó la primera carrera del mundial. Parecía que todo iba a salir perfecto, y la unión con los tiffosi era total. Pero durante el mayor tiempo durante estos años, Alonso no ha tenido un coche competitivo capaz de luchar por ganar el campeonato del mundo. Han sido años de idas y venidas, en los que Alonso se iba desesperando al ver que no llegaba el coche que él quería. Y todo esto se ha visto agravado este año, con las despedidas de Domenicali, Montezemolo y la muerte de Emilio Botín, Fernando se quedaba sin apoyos, y esto, sumado a la frialdad en la relación con los nuevos jefes ha sido uno de los motivos que ha llevado a la ruptura entre ambos.
Y tras la marcha de Fernando llega Sebastian Vettel, con cuatro campeonatos mundiales debajo del hombro. Le espera un trabajo duro y paciente ya que según comentan, le han comunicado que a priori el coche del año que viene no va a ser muy competitivo. Pero el llega ya metalizado y dispuesto a triunfar con Ferrari, y esperará el tiempo que haga falta por tal de ganar un mundial vestido de rojo.
Su compañero de equipo será Kimi Raikkonen. Como dato, Vettel llevará el año que viene el dorsal número 5.
Ahora solo queda esperar saber en qué equipo pilotará Fernando la próxima temporada. Todo apunta a que llegará a McLaren, pero nunca se sabe. Ya ha dicho en más de una ocasión Alonso que él no tiene ninguna prisa por anunciar dónde correrá el año que viene.
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