jueves, 2 de abril de 2015

Vettel logra su primera victoria con Ferrari gracias a una gran estrategia

La segunda carrera de la temporada acabó con sorpresa: se acabó el dominio de victorias de Mercedes. Pero qué final de racha de victorias: se la arrebató Vettel con un Ferrari, sí, la misma escudería que el año pasado se arrastraba por todos los circuitos.

Analicemos esta victoria: después de que en las primeras vueltas Ericsson tuviera que abandonar por quedarse enganchado en la grava salió el Safety Car, y casi todos los pilotos entraron a poner el compuesto más duro para quitárselo rápido y poder usar en el final de carrera el blando que era mucho mejor. Entraron casi todos, excepto cinco pilotos, uno de ellos fue Sebastian Vettel, que se quedó en pista con sus neumáticos medios. Una vez relanzada la carrera tras el Safety Car, los Mercedes estaban colocados en medio del pelotón, especialmente Rosberg, que tuvo que esperar a en boxes a que le cambiaran las ruedas a Hamilton y eso le hizo caer en medio de una gran cantidad de coches mucho más lento.

Los Mercedes empezaron a escalar posiciones pero a medida que adelantaban Vettel sacaba más distancia y acompañado a la poca degradación que tenía el Ferrari se empezaba a intuir una victoria de la escudería de Maranello. Y así fue, tras la estrategia de no entrar en boxes a cambiar neumáticos con el Safety Car, Vettel consiguió ganar con una parada menos que los Mercedes.

Pero también hay que darle mérito en esta victoria al ritmo del Ferrari, que no era muy lejano al de los Mercedes, aunque los coches plateados siguieron teniendo mejor ritmo que el Ferrari, no fue suficiente para recortar el tiempo de una parada más. Y esto es porque el ritmo del Ferrari ha mejorado bastante. Parece increíble pero desde el final de 2014 hasta esta carrera de Sepan, Ferrari ha dado pasos de gigante y ya está pisándole los talones a los todopoderosos Mercedes.

Veremos si en China siguen igual, porque en Shanghai cambian la forma de controlar el flujo de gasolina porque parece ser que Ferrari y Mercedes han encontrado un agujero en la norma del caudalímetro de la que se están aprovechando y en China cambia la forma de supervisar el flujo de combustible. Ya en la próxima carrera veremos si su gran avance es solo debido a eso o hay muchos más factores y han mejorado muchísimo.

El otro Ferrari, el de Raikkonen, dio también muy buenas sensaciones, ya que acabó cuarto pero con una gran remontada, porque además de salir 11, tuvo un pinchazo y tuvo que cambiar ruedas antes del Safety Car y darse una vuelta entera por el circuito con una rueda menos. A pesar de todo esto, acabó cuarto y a 53 segundos del líder de la carrera, su compañero Vettel.

Las dos grandes decepciones del Gran Premio fueron Williams y Red Bull. Los Williams quedaron a 70 segundos de Sebastian Vettel y dando un nivel muy pobre, nada que ver con el nivel que demostraron la temporada anterior, se esperaba mucho más de ellos, y parece ser que este año no han hecho un coche tan bueno como el del año pasado y Ferrari les ha cogido la delantera. La otra gran decepción fue Red Bull. Sus coches acabaron 9 y 10, pero además de acabar el Gran Premio doblados, se vieron superados por su escudería filial, Toro Rosso, que colocó sus dos coches justo por delante de la escudería de la famosa bebida energética. Fueron los primeros puntos de Max Verstappen que acabó séptimo y se convierte en el piloto más joven de la historia en puntuar en un Gran Premio.

El nivel de Sauber fue mucho menor que el de Australia, Ericsson abandonó a principios de carrera y Nasr acabó 12, muy por debajo del quinto puesto que consiguió en Australia. Lotus volvió a quedarse sin puntuar, pero al menos consiguió que uno de sus coches cruzase la línea de meta, ya que Maldonado tuvo que abandonar. Los Force India siguen demostrando un nivel muy pobre y la escudería Manor, que solo pudo correr con el coche del español Roberto Merhi, finalizó la carrera pero con un ritmo muy lento.

Renglón aparte se merecen los McLaren, ninguno de los dos coches pudieron acabar la carrera, primero Alonso y después Button tuvieron que acabar la carrera en los boxes por problemas no muy graves pero lo suficientemente importantes como para hacer abandonar a un monoplaza de F1. Se quedaron con las ganas de poder terminar el Gran Premio pero con la alegría de que habían estado luchando ya con otros monoplazas, cosa que era impensable en Australia. Desde McLaren transmiten serenidad y ellos confían en que van en el camino correcto y que los resultados llegarán, y no será dentro de mucho tiempo.

Finalizo mi crónica, espero que os haya gustado, y nos vemos dentro de poco en el GP de China.

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